El presidente Gustavo Petro volvió a salir en defensa de la empresa Monómeros, propiedad del Instituto Venezolano de Petroquímica (Pequiven), que tiene planta en Barranquilla.
A través de su cuenta en la red social X, el mandatario reveló que envió una carta a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, en la que dice: “Me opongo integralmente a una privatización de la empresa Monómeros localizada en Barranquilla. Ya lo intentó insanamente el Dapre de Duque, ahora repite el ministro Saab”.
El jefe de Estado agrega en su trino: “La agricultura en Colombia y Venezuela es piedra angular para transitar de un sistema de economía extractivista a un sistema productivo que genere riqueza”.
La importancia de esta empresa, en la que Colombia tuvo 47% de participación hasta el año 2006, produce el 40% de los fertilizantes que se utiliza en la producción agroindustrial del país.
De hecho, en la misiva a su homólogo Maduro, el presidente Petro asegura: “Por más de cinco décadas la empresa pública Monómeros ha beneficiado a los y las campesinas colombianas y venezolanas a través de la producción y venta, a un precio justo, de insumos agrícolas. Actualmente la comercialización de Urea de Monómeros les garantiza a millones de familias venezolanas y colombianas la productividad de sus tierras”.
La intención del Gobierno del vecino país de privatizar Monómeros fue anunciada hace pocos días por el ministro de Industria y Producción Nacional de Venezuela, Alex Nain Saab Morán.
Importancia de Monómeros en Colombia
Aunque el 100% accionario de Monómeros pertenece a Pequiven, esa compañía es una de las más grandes productoras de fertilizantes e insumos agroindustriales en Latinoamérica, y para nuestro país atiende el 40% de la demanda de fertilizantes para la agroindustria.
Solo en Barranquilla, donde está su planta principal en Colombia, la empresa genera más de 1.700 empleos, de ellos cerca de 600 directos.
Durante más de cinco décadas. Monómeros ha sido el principal abastecedor de insumos agroindustriales para más del 80% de la producción nacional, por lo que para el presidente Petro su privatización afectaría la soberanía alimentarios de Colombia.
“La privatización y venta de Monómeros implicará el encarecimiento de los productos primarios agrícolas en nuestros países. Además, obligará a nuestros campesinos y campesinas a depender de productos extranjeros y del precio de insumos agrícolas del mercado internacional”, dice otro aparte de la misiva a Maduro.
Según un informe del Ministerio de Agricultura (agosto de 2024), “pese a los intentos de Gobiernos pasados por destruir la empresa multilatina Monómeros, hemos avanzado significativamente en su recuperación. Logramos reducir los costos de insumos para la agroindustria, incluyendo uno de los más populares en el campo colombiano llamado Úrea (que en 2022 bajó un 55,3% y en 2023 bajó un 32,3%), también fosfatos de calcio para la alimentación animal y nylon, entre muchos otros productos. Con esto, reducimos la inflación asociado a costos de producción de la canasta familiar, garantizando la seguridad alimentaria”.
La historia de Monómeros
Esta compañía nació en 1967 con una integración accionaria compuesta por el Instituto de Fomento Industrial y Ecopetrol (por Colombia) y el Instituto Venezolano de Petroquímica (hoy Pequiven).
Después ingresó la multinacional de fertilizantes Cargill, y en 2006 Colombia vendió su participación de 47,24% al socio mayoritario, Pequiven. Posteriormente, Pequivén se hizo con el 100% de las acciones. Después integró a las compañías Nutrimon y Ecofértil, consolidándose en el mercado de fertilizantes.
En 2017 fue sancionada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos hasta 2021, y en 2022 el presidente Gustavo Petro logró el nombramiento de dos codirectores en la Junta Directiva de la empresa venezolana.
Hoy, el Gobierno de Venezuela ha puesto en venta, nuevamente, la principal compañía de producción de fertilizantes del continente.
Frente a esa posibilidad, el presidente Petro insiste en su carta: “No cabe duda de que esta decisión podría condenar a la pobreza y el hambrea millones de personas que representan la base de la soberanía alimentaria de nuestra región. Por lo anterior, quiero invitarlo a reconsiderar la privatización de la compañía que ha dado, y puede seguir dando, sustento a millones de familias en nuestros países.
De hecho, la producción agroindustrial es uno de los pilares del desarrollo económico en Colombia. Solo en septiembre de 2024 las exportaciones agropecuarias colombianas crecieron 24,5%, según el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE)