Para establecer este hogar, se aplicó una metodología que incluye la participación de un antropólogo, asegurando un enfoque diferenciado y adaptado a los usos y costumbres de la comunidad; se llevaron a cabo análisis funcionales y socio demográficos, así como un análisis comunitario, que facilitaron la comprensión de la dinámica familiar y su contexto cultural.
La familia que se convierte en el nuevo hogar sustituto asume la responsabilidad de ser referentes de derechos, promoviendo redes de apoyo en la comunidad para asegurar la protección integral de las niñas, niños y adolescentes.
Actualmente, Bienestar Familiar opera 41 hogares sustitutos en varios municipios de La Guajira, incluyendo Riohacha, Maicao, Manaure, Barrancas, Fonseca, San Juan del Cesar y Villanueva, donde brindan cuidado y protección a 118 niños, niñas y adolescentes.
Para establecer este hogar, se aplicó una metodología que incluye la participación de un antropólogo, asegurando un enfoque diferenciado y adaptado a los usos y costumbres de la comunidad; se llevaron a cabo análisis funcionales y socio demográficos, así como un análisis comunitario, que facilitaron la comprensión de la dinámica familiar y su contexto cultural.
La familia que se convierte en el nuevo hogar sustituto asume la responsabilidad de ser referentes de derechos, promoviendo redes de apoyo en la comunidad para asegurar la protección integral de las niñas, niños y adolescentes.
Actualmente, Bienestar Familiar opera 41 hogares sustitutos en varios municipios de La Guajira, incluyendo Riohacha, Maicao, Manaure, Barrancas, Fonseca, San Juan del Cesar y Villanueva, donde brindan cuidado y protección a 118 niños, niñas y adolescentes.