En una carta enviada al Presidente de la República, Álvaro Leyva presentó su renuncia al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, agradeciendo la oportunidad de haber servido en este puesto y expresando su satisfacción por haber cumplido con sus deberes. Leyva destaca su compromiso y dedicación durante su gestión. en su carta de renuncia, Leyva manifiesta: “Tiene como propósito esta carta manifestarle a usted que renuncio al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores que hasta hoy detento por voluntad suya. Sea esta la oportunidad para reiterarle mi permanente reconocimiento por haberme nombrado. Satisfecho, estoy de que nadie podrá decir que no cumplí con mis deberes cabalmente”.
Leyva también ha anunciado que presentará un informe detallado de su gestión en los próximos días, mencionando los arduos sucesos enfrentados durante su mandato. “Próximamente, le daré a conocer un informe de mi gestión, incluyendo episodios de arduos sucesos acaecidos durante mis meses de servicios. Es mi deber hacerlo”, agregó.
El exministro hace referencia a la valoración de su trabajo por parte del destacado jurista y exfuncionario de la ONU, Eduardo Valencia Ospina, quien destacó la competencia y gallardía con la que Leyva desempeñó sus funciones como Canciller. Valencia Ospina escribió: “La triste nueva anunciada hoy me motiva a escribirle de inmediato estas cortas líneas, para manifestarle inequívocamente mi profundo reconocimiento de compatriota por la forma como desempeñara usted, con ejemplar competencia y gallardía, las trascendentales funciones de Canciller de la República. Su innata condición de Estadista dio lustre a tan elevado cargo público, brindándole al país notables éxitos en la gestión de sus relaciones internacionales en cruciales y diversos campos”.
Valencia Ospina también resaltó los logros de Leyva, incluyendo la significativa victoria en el caso contra Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia: “Han sido logros, de los cuales puede usted legítimamente considerarse visionario artífice, que constituyen ya hitos de la política exterior no solo de un Gobierno que usted sirviera con inquebrantable lealtad y espíritu patriótico, sino ante todo de toda la historia diplomática del Estado colombiano. Uno de esos triunfos, del cual usted tan generosamente me hiciera partícipe al confiarme el rol de punta de lanza, fue la memorable victoria en el caso contra Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia”.