La gran feria gastronómica de la región Caribe logró ventas por más de $1.640 millones, con grandes resultados para los microempresarios.
Una edición más de Sabor Barranquilla culmina con éxito y el mejor sabor de boca. Más de 23 mil visitantes se dieron cita durante cuatro días en Puerta de Oro, Centro de Eventos del Caribe, para dejarse fascinar por los sabores propuestos por los más 210 expositores y 40 chefs cocineros invitados.
Sobre esa oferta se refirió Patricia Maestre, directora de la feria Sabor Barranquilla, como uno de los grandes atractivos que sigue fortaleciendo la feria. “Estamos muy complacidos con la presencia de Mompox, que se sobró como municipio invitado. Nos demostró que era una apuesta interesante y muy valiosa para todos los que asistieron, porque se acercaron a otro rincón del Caribe colombiano. El guandú fue campeón. Los cocineros que estuvieron tanto en stand como en tarima se lucieron con sus preparaciones. San Andrés Islas, con su música, su alegría y su riqueza gastronómica, y los más de 200 expositores que también destacaron por la variedad de propuestas como productos a base de plátano, de yuca, y muchísimos productos innovadores”, sostuvo Maestre.
En ese sentido, Lorena Núñez, jefe de proyectos de Corferias Caribe, también subrayó la diversidad “de los más de 210 expositores, entre 52 restaurantes y 64 emprendimientos, que trajeron a las delicias gastronómicas de la región caribe y de Colombia en general”.
Las ventas de la feria gastronómica más importante de la región ascendieron a más de $1.640 millones. Yilda Castro, directora ejecutiva de Fenalco Atlántico, manifestó que es de resaltar que “del total de expositores consultados, el 65% corresponde a microempresarios. De esta forma Sabor Barranquilla se sigue consolidando como una excelente plataforma para impulsar a los pequeños y nuevos negocios”.
De millo y maíz, el corazón del Atlántico
En el conversatorio ‘Recorriendo los sabores del Atlántico’, durante la última jornada de Sabor Barranquilla, los cocineros Mane Mendoza, Juan del Mar, Rodrigo Díaz, Eduarda Dominga y María Díaz dialogaron sobre sus ingredientes y preparaciones predilectas con sello local. “Yo siempre hago bollos con la esperanza de que los voy a vender todos. Yo tengo mi parcelita. Yo cosecho maíz y lo cocino con amor”, aseguró María Díaz sobre su ritual diario de preparar los tradicionales bollos.
Del millo son fanáticos Mane Mendoza y Eduarda Dominga. Mane se reconoce como “obsesionado con el millo”. Fue en el Atlántico donde probó las arepas de millo, ingrediente que solamente había visto en las cocadas. Hoy, en el menú de su restaurante, incluye preparaciones con millo, como las tortillas.
Para Eduarda es su ingrediente principal, “porque es tan agradecido que se presta para todo”. Ella prepara quibbes a base de millo y no de trigo, para mezclar los conocimientos de las culturas árabe y de Piojó, de donde es originaria.
Los quibbes que prepara Eduarda resumen el alma de las preparaciones del Atlántico: una fusión de sabores enriquecida gracias a un puerto que recibió las olas migratorias de diversas partes del mundo, y cuya mejor impronta es la diversidad.