Reconocer la importancia de las necesidades emocionales y socioafectivas de los educadores adquirió un nuevo significado para Heidi Velero Fontalvo, rectora de la Institución Educativa Distrital Fundación Pies Descalzos del corregimiento La Playa, tras ser parte del proyecto de investigación del Departamento de Educación del IESE que diseñó el programa Bienestar para Enseñar.
El programa dotó a los directivos, coordinadores, docentes y psicorientadores de las cuatro escuelas oficiales del corregimiento de herramientas socioemocionales y estrategias de autocuidado que les permitieran desarrollar innovaciones pedagógicas interinstitucionales.
La investigación, liderada desde julio de 2023 por Mauricio Herrón, profesor del Departamento de Educación, es producto de la alianza entre la Fundación Pies Descalzos y la Universidad del Norte, y generó un Aula de Innovación Pedagógica (AIP) para que los educadores pudieran desarrollar innovaciones que contribuyeran al mejoramiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje de sus entornos. El martes, 25 de junio, el grupo de docentes socializó sus experiencias y resultados en las instalaciones de Uninorte.
“Uno de los mayores beneficios ha sido conocer y trabajar con profesores de otras instituciones, logrando proyectos en equipo con intereses y motivaciones comunes, impactando también cada comunidad de aprendizaje porque cada una aborda una problemática específica”, señaló Velero Fontalvo en el Laboratorio de Educación del IESE.
Durante la mañana, se realizaron las últimas actividades de “Comunidades de Enseñanza” para generar estrategias de sostenibilidad y transferencia de conocimiento creadas en el AIP, y en la tarde se socializaron los proyectos realizados por los profesores en cuatro grupos interinstitucionales.
De acuerdo con el estudio, la adicción a sustancias, la violencia intrafamiliar, el embarazo adolescente, el pandillismo, las fronteras invisibles y el abuso infantil son algunas de las problemáticas que este grupo de educadores debe afrontar en su quehacer diario. Es por eso que el diseño del programa articuló estas actividades en torno a cuatro ejes temáticos: intrapersonal, interpersonal, pedagógico y estratégico, que abordaron estas tensiones psicosociales y las herramientas con las que cuentan para superarlas.
Es por eso que los cuatro grupos de aprendizaje: ‘Abraza la vida’, Neurodiversos’, ‘Mallorquín Más’ y ‘Mentalidad de crecimiento’, se enfocaron en la salud mental y el bienestar de la comunidad, ya que muchas de estas tensiones no solo afectan a los maestros, sino principalmente a los jóvenes y sus familias.
Para Velero Fontalvo, el proyecto ha sido “altamente satisfactorio” y ha motivado a los docentes de las cuatro instituciones a formar grupos de aprendizaje autónomos, realizar socialización de las experiencias y comunidades de aprendizaje, uniéndolos en objetivos comunes.
“El grupo de Mentalidad de crecimiento buscó fomentar el cuidado de los docentes, el de Neurodiversos trabajó en la sensibilización y conocimiento sobre estudiantes con necesidades educativas especiales; el de Abraza la vida se enfocó en el bienestar docente y el de Mallorquín buscó aprender del ecosistema cercano para generar un aprendizaje significativo en los estudiantes”, argumentó Velero.
Ivonne Hernández Lastra, docente orientadora escolar de la Institución Educativa Distrital El Cañahuate, considera que el proceso del Aula de Innovación Pedagógica ha creado una alianza crucial entre escuela y familia, lo que es fundamental para el éxito educativo, destacando que el beneficio principal es su sostenibilidad y la capacidad de replicar estas comunidades de aprendizaje en otras instituciones.
En mi grupo (Abraza la Vida) nos enfocamos en la socioemocionalidad, participando tanto docentes como padres de familia. Este esfuerzo conjunto buscó generar mayores espacios de participación y enriquecer el conocimiento, y aunque no todos los docentes están involucrados al 100 %, logramos reunir a un grupo significativo de profesores de cuatro instituciones, promoviendo el apoyo mutuo y el sentido de pertenencia en la comunidad”, puntualizó.
Para Rubén Sánchez, docente de la Institución Educativa Distrital Eduardo Santo e integrante del grupo ‘Mallorquín Más’, “conectar con la comunidad de pescadores de la Ciénaga “me ha proporcionado una nueva perspectiva y un mayor sentido de pertenencia”. Esta vivencia, indicó, resaltó la importancia de aprovechar el potencial social y ambiental de la comunidad para el beneficio colectivo, trabajado en autoconocimiento y reflexión para enfrentar desafíos y, posteriormente, “formar una comunidad de aprendizaje inclusiva y horizontal, involucrando a padres, estudiantes, líderes sociales y miembros de la comunidad educativa”.
William Antonio Hernández Echeverría, docente en la Institución Educativa Distrital San Vicente de Paúl, quien lideró la comunidad de aprendizaje ‘Mentalidad de Crecimiento’, enfocada en mejorar la salud mental de los estudiantes y ayudarles a desarrollar actitudes resilientes, agregó que la experiencia fue “muy enriquecedora, teniendo en cuenta que todos los aportes han sido cruciales para el desarrollo del proyecto”.
“Nos inspiramos en las creencias e historias que compartieron los educadores durante la fase de acercamiento y caracterización. De acuerdo con sus testimonios, el desarrollo socioemocional y el autocuidado del educador son pilares fundamentales de una enseñanza efectiva. Ellos se ven a sí mismos como una pieza clave del desarrollo integral de sus estudiantes y de los procesos de transformación social de la comunidad”, explicó el profesor Herrón.